Hace hoy un año exactamente que a esta misma hora estaba dentro del
quirófano con el Doc. Carlos Gio y el Doc. Carlos Monti animándome al
Bypass Gástrico.
Fue un largo proceso mental el que hice para poder animarme, animarme al
cambio, a tener el cuerpo que sentía que me merecía, a poder subir y
bajar escaleras sin agotarme a poder atarme los cordones, a poder
volver a la facultad y no quedarme dormida en las clases, a entrar en
los asientos de los colectivos, a poder usar ropa de talles normales que
se consiguen en todos lados, a poder animarme a fijarme en los hombres y
no tener miedo de que ellos se fijen en mí, animarme a dejar de ser "la
gordita simpática", animarme a una vida mejor, a no luchar más contra
la comida, a relacionarme con ella de otra forma, a superar las
tristezas y los bajones sin cantidades industriales de comida poco
nutritiva y principalmente animarme a entender que si no lo hacía sin
dudas iba a morirme joven.
Y si no me moría iba a hacerlo en vida, iba a tener diabetes,
triglicéridos altos, probablemente presión alta y vayan a saber cuántas
cosas más debido a la obesidad mórbida.
A todos les cuento que no fue fácil, fue lo más duro y difícil que hice en mi vida.
Ya me había despedido del "pucho", pero despedirme de la comida fue brutal, literalmente.
Ya con el pucho había comprendido que lo que vale la pena tienen también un costo, pero reitero, vale la pena.
A mí me llevó un año tomar la decisión, necesité hacer todo un proceso
interno primero antes de dar el sí, pasé por todas las etapas:
1.
Negación: Estar convencida de que no la necesitaba, de que sola podía.
Así fue cuando me la ofrecieron por primera vez, salí corriendo de la
nutricionista diciéndole que estaba “loca” que YO NO NECESITABA UN
BYPASS GÁSTRICO.
2.
Tristeza/Enojo: Ver que sola no puedo pero aún sin poder aceptar que necesitaba la ayuda del Bypass gástrico.
Para demostrarle que estaba equivocada me puse a dieta yo sola, no hice
la que ella me mandó ni tampoco volví a verla. En mi caso no bajé, subí
de peso.
3.
Abandono: Volver a comer sin control alguno de profesionales, tirar todo por la borda.
Por la misma tristeza del fracaso, por el castigo propio, por la
costumbre de comer como no se debe, y por muchas cosas más volví al
descontrol y seguí subiendo.
4.
Susto: Ver que se fue todo de los límites aceptables. (En mi caso me vi en unas fotos de las vacaciones y no me reconocí).
Acompañé a mi madre a pesarse y descubrí que había subido 10 kilos más
de los 40 demás que ya tenía, me quedé pasmada, ni siquiera sabía cómo
había llegado ahí.
5.
Incertidumbre: Comencé a pensar en la posibilidad, empecé a contactarme con pacientes y ver videos de personas operadas.
Entré a distintos sitios sobre cirugía bariátrica, foros, vi videos, leí
documentos, contacté a operados, pregunté todo lo que se me ocurría.
6.
Tomar el toro por las astas: Ir a ver al cirujano de tu obra social/prepaga y asesorarte.
Asustada fui, me asesoré, me escucharon, y me animé.
7.
Entender lo que se viene: Lo bueno y lo malo, los pros y los contras, los cambios que deberás hacer DE POR VIDA.
Lo más difícil, entender que no es una dieta mas, sino un cambio de
vida, para siempre, con nuevos hábitos alimenticios, con nuevos
aprendizajes.
8.
Comenzar el camino: Estudios, dieta, ejercicios, asistencia psicológica (esta última es opcional pero elemental).
Controles y estudios, en el camino te vas a cruzar con muchos boludos,
tanto médicos como compañeros que van a querer boicotearte el camino, no
los dejes!.
9.
Paciencia
y perseverancia: Recorrer el camino hacia la cirugía con tolerancia y
sensatez, es un camino con mesetas que hay que aprender a soportar.
Fue la etapa más difícil, controles de peso y nutrición semanales,
reconozco que de no haber sido por ellos jamás hubiese podido bajar los
13 kilos necesarios para la cirugía.
10.
La cirugía: No es la llegada, es simplemente el punto PARTIDA hacia tu nueva vida, depende de uno la calidad de esa nueva vida.
El día más feliz de mi vida, sentir que podía recomenzar de cero y para siempre.
Pasaron 365 días completos, llenos de felicidad, angustia,
incertidumbre, redescubrimiento, con nuevos estímulos, amor, etapas que
dejaba atrás y nuevos comienzos, mudanzas, cambios de planes, nuevas
obligaciones……………..la vida.
Yo no soy una persona religiosa, creyente sí, creo en muchas cosas, en
la ciencia, en mí, en mis seres queridos, en la experiencia, en el
conocimiento y en las buenas energías.
Creo fervientemente que cuando uno se conecta con cosas positivas vienen
cosas buenas, creo que hay que quejarse, hacer catarsis, patear el
tablero, hacer buenas acciones, desprenderse de las malas influencias,
dejar de lado las personas que te atan a etapas negativas, entender que
muchos no gozan al verte feliz y que nunca lo harán.
Creo que si uno piensa durante largo tiempo de manera positiva y actúa
para que eso se lleve a cabo en algún momento cercano vendrá, pero hay
que ponerle el cuerpo y saber cómo hacerle frente a los cambios, estar
preparados para eso.
Fue un año de mucho aprendizaje, duele tanto cambio, por más positivo
que este sea, y no me importa, tengo “curitas” para rato, estoy
preparada y firme para cada rasguñón que venga, no le tengo miedo, solo
me sacude un poco, como el viento.
A todo aquel que emprenda este camino le digo, BIENVENIDO! No te has
equivocado! Pero también le advierto, NO VA A SER FACIL!, preparate para
cambiar el plumaje y modificar hasta las vísceras!.
Llevo 365 días de operada, en los primeros 9 meses posteriores a la cirugía bajé 51 Kilos.
Estoy en mi peso estipulado por los médicos, me mantengo “con tranquilidad” desde hace 4 meses.
Mi relación con la comida se ha modificado absolutamente, no somos
“mejores amigas” pero nos llevamos bien y podemos convivir
saludablemente.
Mi calidad de vida mejoró en un 100%.
Pasé de un talle 62 de pantalón a un 40.
Cuando comencé el tratamiento pesaba 110,4 Kilos y ahora peso 59/60 Kilos.
Muchos me preguntan: ¿Fue difícil?, y respondo siempre lo mismo, ¡Si,
mucho!, pero valió la pena cada gramo que bajé, cada sesión de terapia,
cada visita al médico, cada persona que me crucé en el camino, cada
experiencia que me han contado, cada talle perdido, cada persona que se
asombraba y cada cambio que se producía.
Cuando me preguntan: ¿Lo volverías a hacer? Respondo siempre lo mismo: ¡Si, sin lugar a dudas, pero no va a ser necesario!.
Por último quiero decirles algo que seguramente va a hacer que me gane
algunos enemigos, pero bueno, que le hace una mancha mas al tigre!
Si algún familiar te “recomienda” que no te la hagas……..no les des bola,
es tu cuerpo y sos el único responsable de lo que decidas hacer con él.
Si te dicen que vas a estar débil y enfermo de por vida…….pura ignorancia.
Si vas a tratarte con el chanta de “Máximo Ravenna” tené en cuenta que
te va a decir solamente cosas negativas sobre el Bypass porque si te
operas pierde a un “cliente”.
Si te cruzás con un operado que te recomienda no operarte………NO LE DES
BOLA, significa que no hizo las cosas bien y por consiguiente cree que
nadie las hace (Maradona, por ejemplo).
Si no estás seguro de que sea lo que REALMENTE QUERES, no entres a la
sala de cirugía, es un cambio de por vida para los que llevamos una vida
de mierda con obesidad mórbida, aún así muchos obesos prefieren seguir
con esa vida antes de arriesgarse a una mejor calidad, allá ellos,
avisado estás.
Por último le digo a todos los “vivos” que andan circulando por ahí que
no, NO ES EL CAMINO MAS FÁCIL el camino más fácil es seguir siendo
obeso, seguir deprimido, enojado con la vida, en algunos casos
inválidos, enfermos, dependientes de medicamentos, ESE ES EL CAMINO
MAS FÁCIL.
YO, como muchos otros elegimos el camino opuesto, el camino de la vida,
uno más saludable, más difícil pero mucho más valiente y lleno de
esperanzas.
“NO DEJEMOS QUE NADIE SE ATREVA A SUBESTIMAR NUESTRO ESFUERZO Y PROFUNDO CAMBIO, NADIE”.
A todos los que se animaron, mis felicitaciones, felicidades por la valentía.
A aquellos que lo están pensando, aunque sea tímidamente, es el camino correcto y acá me tienen para lo que pueda ayudarlos.
Y a aquellos que ya se animaron y están haciendo su propio camino, Bienvenidos!.
Gracias a TODOS los que me acompañaron en este viaje de reencuentro conmigo misma.
Natalia.