20 de diciembre de 2012

Un año de mi Bypass Gástrico - 51 Kilos OFF!


Hace hoy un año exactamente que a esta misma hora estaba dentro del quirófano con el Doc. Carlos Gio y el Doc. Carlos Monti animándome al Bypass Gástrico.

Fue un largo proceso mental el que hice para poder animarme, animarme al cambio, a tener el cuerpo que sentía que me merecía, a poder subir y bajar escaleras sin agotarme  a poder atarme los cordones, a poder volver a la facultad y no quedarme dormida en las clases, a entrar en los asientos de los colectivos, a poder usar ropa de talles normales que se consiguen en todos lados, a poder animarme a fijarme en los hombres y no tener miedo de que ellos se fijen en mí, animarme a dejar de ser "la gordita simpática", animarme a una vida mejor, a no luchar más contra la comida, a relacionarme con ella de otra forma, a superar las tristezas y los bajones sin cantidades industriales de comida poco nutritiva y principalmente animarme a entender que si no lo hacía sin dudas iba a morirme joven.

Y si no me moría iba a hacerlo en vida, iba a tener diabetes, triglicéridos altos, probablemente presión alta y vayan a saber cuántas cosas más debido a la obesidad mórbida.

A todos les cuento que no fue fácil, fue lo más duro y difícil que hice en mi vida.

Ya me había despedido del "pucho", pero despedirme de la comida fue brutal, literalmente.

Ya con el pucho había comprendido que lo que vale la pena tienen también un costo, pero reitero, vale la pena.

A mí me llevó un año tomar la decisión, necesité hacer todo un proceso interno primero antes de dar el sí, pasé por todas las etapas:

1. Negación: Estar convencida de que no la necesitaba, de que sola podía.
Así fue cuando me la ofrecieron por primera vez, salí corriendo de la nutricionista diciéndole que estaba “loca” que YO NO NECESITABA UN BYPASS GÁSTRICO.

2. Tristeza/Enojo: Ver que sola no puedo pero aún sin poder aceptar que necesitaba la ayuda del Bypass gástrico.
Para demostrarle que estaba equivocada me puse a dieta yo sola, no hice la que ella me mandó ni tampoco volví a verla. En mi caso no bajé, subí de peso.

3. Abandono: Volver a comer sin control alguno de profesionales, tirar todo por la borda.
Por la misma tristeza del fracaso, por el castigo propio, por la costumbre de comer como no se debe, y por muchas cosas más volví al descontrol y seguí subiendo.

4. Susto: Ver que se fue todo de los límites aceptables. (En mi caso me vi en unas fotos de las vacaciones y no me reconocí).
Acompañé a mi madre a pesarse y descubrí que había subido 10 kilos más de los 40 demás que ya tenía, me quedé pasmada, ni siquiera sabía cómo había llegado ahí.

5. Incertidumbre: Comencé a pensar en la posibilidad, empecé a contactarme con pacientes y ver videos de personas operadas.
Entré a distintos sitios sobre cirugía bariátrica, foros, vi videos, leí documentos, contacté a operados, pregunté todo lo que se me ocurría.

6. Tomar el toro por las astas: Ir a ver al cirujano de tu obra social/prepaga y asesorarte.
Asustada fui, me asesoré, me escucharon, y me animé.

7. Entender lo que se viene: Lo bueno y lo malo, los pros y los contras, los cambios que deberás hacer DE POR VIDA.
Lo más difícil, entender que no es una dieta mas, sino un cambio de vida, para siempre, con nuevos hábitos alimenticios, con nuevos aprendizajes.

8. Comenzar el camino: Estudios, dieta, ejercicios, asistencia psicológica (esta última es opcional pero elemental).
Controles y estudios, en el camino te vas a cruzar con muchos boludos, tanto médicos como compañeros que van a querer boicotearte el camino, no los dejes!.

9. Paciencia y perseverancia: Recorrer el camino hacia la cirugía con tolerancia y sensatez, es un camino con mesetas que hay que aprender a soportar.
Fue la etapa más difícil, controles de peso y nutrición semanales, reconozco que de no haber sido por ellos jamás hubiese podido bajar los 13 kilos necesarios para la cirugía.

10. La cirugía: No es la llegada, es simplemente el punto PARTIDA hacia tu nueva vida, depende de uno la calidad de esa nueva vida.
El día más feliz de mi vida, sentir que podía recomenzar de cero y para siempre.

Pasaron 365 días completos, llenos de felicidad, angustia, incertidumbre, redescubrimiento, con nuevos estímulos, amor, etapas que dejaba atrás y nuevos comienzos, mudanzas, cambios de planes, nuevas obligaciones……………..la vida.

Yo no soy una persona religiosa, creyente sí, creo en muchas cosas, en la ciencia, en mí, en mis seres queridos, en la experiencia, en el conocimiento y en las buenas energías.

Creo fervientemente que cuando uno se conecta con cosas positivas vienen cosas buenas, creo que hay que quejarse, hacer catarsis, patear el tablero, hacer buenas acciones, desprenderse de las malas influencias, dejar de lado las personas que te atan a etapas negativas, entender que muchos no gozan al verte feliz y que nunca lo harán.

Creo que si uno piensa durante largo tiempo de manera positiva y actúa para que eso se lleve a cabo en algún momento cercano vendrá, pero hay que ponerle el cuerpo y saber cómo hacerle frente a los cambios, estar preparados para eso.

Fue un año de mucho aprendizaje, duele tanto cambio, por más positivo que este sea, y no me importa, tengo “curitas” para rato, estoy preparada y firme para cada rasguñón que venga, no le tengo miedo, solo me sacude un poco, como el viento.

A todo aquel que emprenda este camino le digo, BIENVENIDO! No te has equivocado! Pero también le advierto, NO VA A SER FACIL!, preparate para cambiar el plumaje y modificar hasta las vísceras!.

Llevo 365 días de operada, en los primeros 9 meses posteriores a la cirugía bajé 51 Kilos.

Estoy en mi peso estipulado por los médicos, me mantengo “con tranquilidad” desde hace 4 meses.

Mi relación con la comida se ha modificado absolutamente, no somos “mejores amigas” pero nos llevamos bien y podemos convivir saludablemente.

Mi calidad de vida mejoró en un 100%.

Pasé de un talle 62 de pantalón a un 40.

Cuando comencé el tratamiento pesaba 110,4 Kilos y ahora peso 59/60 Kilos.

Muchos me preguntan: ¿Fue difícil?, y respondo siempre lo mismo, ¡Si, mucho!, pero valió la pena cada gramo que bajé, cada sesión de terapia, cada visita al médico, cada persona que me crucé en el camino, cada experiencia que me han contado, cada talle perdido, cada persona que se asombraba y cada cambio que se producía.

Cuando me preguntan: ¿Lo volverías a hacer? Respondo siempre lo mismo: ¡Si, sin lugar a dudas, pero no va a ser necesario!.

Por último quiero decirles algo que seguramente va a hacer que me gane algunos enemigos, pero bueno, que le hace una mancha mas al tigre!

Si algún familiar te “recomienda” que no te la hagas……..no les des bola, es tu cuerpo y sos el único responsable de lo que decidas hacer con él.

Si te dicen que vas a estar débil y enfermo de por vida…….pura ignorancia.

Si vas a tratarte con el chanta de “Máximo Ravenna” tené en cuenta que te va a decir solamente cosas negativas sobre el Bypass porque si te operas pierde a un “cliente”.

Si te cruzás con un operado que te recomienda no operarte………NO LE DES BOLA, significa que no hizo las cosas bien y por consiguiente cree que nadie las hace (Maradona, por ejemplo).

Si no estás seguro de que sea lo que REALMENTE QUERES, no entres a la sala de cirugía, es un cambio de por vida para los que llevamos una vida de mierda con obesidad mórbida, aún así muchos obesos prefieren seguir con esa vida antes de arriesgarse a una mejor calidad, allá ellos, avisado estás.

Por último le digo a todos los “vivos” que andan circulando por ahí que no, NO ES EL CAMINO MAS FÁCIL  el camino más fácil es seguir siendo obeso,  seguir deprimido, enojado con la vida, en algunos casos inválidos, enfermos, dependientes de medicamentos, ESE ES EL CAMINO MAS FÁCIL.

YO, como muchos otros elegimos el camino opuesto, el camino de la vida, uno más saludable, más difícil pero mucho más valiente y lleno de esperanzas.


“NO DEJEMOS QUE NADIE SE ATREVA A SUBESTIMAR NUESTRO ESFUERZO Y PROFUNDO CAMBIO, NADIE”.

A todos los que se animaron, mis felicitaciones, felicidades por la valentía.

A aquellos que lo están pensando, aunque sea tímidamente, es el camino correcto y acá me tienen para lo que pueda ayudarlos.

Y a aquellos que ya se animaron y están haciendo su propio camino, Bienvenidos!.

Gracias a TODOS los que me acompañaron en este viaje de reencuentro conmigo misma.

Natalia.

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